El Aljibe de la Vieja

Quisiera comenzar esta ruta de letras,con una gran leyenda que esta repleta de misterios.

Sin duda se trata de una historia que ha sido muy narrada, que cobro mucha fuerza a principios del siglo pasado,tanto, que dio nombre a la misma calle donde se encuentra;la calle Aljibe de la Vieja.

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Esta calle se encuentra en la parte alta del Albaicin, cerca de la Plaza de las Castillas,al lado de la muralla Alcazaba.

«Que miedo anoche ,comadre Maria¡¡»– Así comienza el relato Afán de Rivera en el libro «Las noches del albaicin»,pues bien,vamos a entender que es lo que allí paso.

Era en este aljibe donde se encontraba el Huerto de Maria Tomillo,una vieja y solitaria mujer que solo vivía obsesionada por un árbol de su huerto….su magnifica higuera.

Se trataba de una higuera extraordinaria,ya que sus famosos higos eran de sabor muy dulce y excepcional pero solo para aquel que conseguía hacerse con uno de estos frutos,ya que Maria los vigilaba durante el día y la noche.

Muchos eran los que, rendidos a la tentación, se acercaban a la casa de Maria,pero ella les lanzaba piedras para espantarlos de forma incansable.

Atormentada por esta situación,la Tomillo, en un ataque de rabia frutada se conjuro a Lucifer y a cambio de la eternidad de su alma,este le concedió su deseo,cambiar el sabor del fruto a amargo para que nadie nunca mas se llevara sus ansiados higos.

Casualmente al poco tiempo de esto,la Tomillo apareció muerta junto a su higuera, la misma que le costo el ultimo aliento de su vida por tanta agonía.

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Fue en aquel momento,cuando comenzaron los rumores, los vecinos empezaron a inquietarse por los hechos que dieron comienzo sobre el aljibe cuando acontecía la noche.

Al terminar la ultima campanada de la Vela, que daba la bienvenida a la medianoche,comenzaban a surgir gritos y lamentos que procedían del antiguo huerto.

Cuentan asi,los testigos de este encantamiento,que podían ver a Maria Tomillo convertida en una sombra negra dando vueltas alrededor de su higuera,le acompañaban otras sombras que bailaban y cantaban junto a ella,mientras que brotaban higos de un intenso brillo,según la leyenda,hechos de oro y diamantes.

Esta danza,convertida en un oscuro remolino,se sucedía hasta el amanecer,momento en que el fantasma de Maria Tomillo se convertía en lechuza y atravesaba el aljibe hasta desaparecer al igual que sus acompañantes misteriosos.

Fue tal el temor de estos vecinos,que fueron enviados cuatro soldados a este aljibe, una noche mas, para poder comprobar si se trataba de un cuento o si era cierto que el espíritu de esta anciana se aparecía noche tras noche.

Una vez situados en el,una sombra negra trasformada en esqueleto surgió del aljibe golpeándolos sin cesar y cuentan que corrieron despavoridos hasta Plaza Larga, muertos del miedo y llenos de incontables moratones.

Fue entonces cuando la Santa Iglesia apareció en escena,exorcitando esta finca y cortando dicha Higuera para poder acabar con tal maleficio.

Pero la leyenda continua diciendo….«Por mucho que trabajen,el alma condenada de María Tomillo estará dando sus encantados frutos hasta la consumición de los siglos…»  

Y son muchos los que afirman que, esa higuera maldita,tras se cortada,volvía a brotar una y otra vez…

Y puede también,que si paseáis por este lugar,mientras escucháis llegar la medianoche,os asalte el espíritu de la tomillo ofreciéndoos sus higos de oro,tal y como paso entonces.

En esta historia,contada por generación a generación,hay quien mantiene que solo era una cortina de entresijos que ocultaba una trama de contrabando de oro por mafiosos de aquella época….,pero yo soy de las que creen,que cuando algo cobra tanta fuerza es porque,algún día fue real.

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